viernes, 12 de noviembre de 2010

Tú.

Cerraré los ojos. Respiraré muy hondo, hasta llenar de aire fresco mis pulmones. Sentiré cómo el corazón se relaja, como la sangre palpita en la sien, y después como las pulsaciones bajan. Y me acordaré de ti, y de ti, y también de ti, y lo sé, lo presiento, mi alma se transportará a aquellos pequeños momentos que siempre hacen que me sienta viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario