domingo, 5 de diciembre de 2010

Lo sé.

No tengo miedos, tampoco dudas. Sé perfectamente cual es "mi gente". Sé de maravilla en quién debo confiar y quien me la clavaría por la espalda nada más que me diese la vuelta. Sé claramente quien daría todo por mi, y quien no daría ni una uña postiza. Sé perfectamente quien me valora, y también conozco de sobra a la gente que no tiene las narices suficientes para decir las cosas como hay que decirlas, a la cara. ¿Conclusión? Quien me quiera perfecto, yo le querré más aún. Será mi amigo hasta el infinito, y más allá. Apostaré todo con él, y saldré ganando. Pero, quien no me quiera,
mejor dicho, quien me quiera, pero como enemiga. Que espere, que allá voy, para enemiga, yo.


No es lo mismo.

 No es lo mismo ser feliz que encontrar la felicidad. La felicidad se esconde en nuestros corazones no en lo que sentimos en estos momentos. Sí, podemos pensar que somos las personas más afortunadas y supuestamente las más felices del mundo por tener alguien que nos ama pero ¿Tan seguro es ese amor? No...No lo es. Así que despierta, no des tu vida entera a alguien que no apostaría un centavo por ti, aunque te lo jure. No creas mentiras vanas ni te dejes llevar por la frase "Confía en mí" porque si confías, acabarás sufriendo solamente tu y nadie más. Es mejor confiar en ti misma, pero sin menospreciar a los demás.

Sé como quieras ser.

Sé como quieras ser, que nadie te cambie tu propia opinión, que si tu eres feliz así adelante, los que de verdad te quieren y aprecian te apoyarán hagas lo que hagas, vistas lo que vistas, lleves la colonia que lleves. Te querrán hasta con tu peor camiseta, llena de agujeros; provocados por la ceniza de las colillas, te querrán hasta con el olor a desodorante Axe del chico con el que te acostaste la noche anterior o simplemente te querrán aunque estés con la melena toda enredada enganchada en una vieja goma del pelo.


Buscando.

No busco nada raro, sólo alguien que me eche de menos aunque hayamos pasado todo un día juntos, alguien que se ponga nervioso al verme, que no se aburra de mis charlas aunque pasemos cinco horas al teléfono, que se alegre de escucharme. Alguien que me acompañe siempre a casa y haga divertido el camino, por más largo que sea; Alguien a quien pueda besar por un simple impulso sin sentirme atrevida. No me importan los regalos, las cenas ni las flores, mientras él demuestre admiración, me conformo con saber que conmigo es donde más le gustaría estar siempre. Y que conozca todas y cada una de mis sonrisas, alguien que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sienta que antes de mí ninguna otra existió, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre. Que sienta que se le cae el mundo encima si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la mierda, alguien que me haga reír hasta llorar, y me haga reír cuando no puedo dejar de llorar, que cada una de las canciones que escuche le recuerden a mí. Alguien que me haga sentir la chica más afortunada del mundo, sólo por el echo de tenerlo a él.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Sueños.

 ¿Cuántos sueños has tenido y por miedo no has seguido el camino que te lleva a hacerlos realidad? Sólo piensa un instante. Nunca mucho fue bastante para tí. Ya no sé porqué razones te has quedado en ilusiones.

Tú.

Cerraré los ojos. Respiraré muy hondo, hasta llenar de aire fresco mis pulmones. Sentiré cómo el corazón se relaja, como la sangre palpita en la sien, y después como las pulsaciones bajan. Y me acordaré de ti, y de ti, y también de ti, y lo sé, lo presiento, mi alma se transportará a aquellos pequeños momentos que siempre hacen que me sienta viva.

Lo prometo.

Prometo no confiar en ninguno, pues la vida me demuestra que no es sano. Prometo buscar y buscar y buscar y buscar hasta que encuentre: una persona que me quiera tanto como me han querido y yo no he sabido querer, y una persona a la que yo quiera para siempre y el sentimiento no pueda cesar.
No quiero ser un plato más en el menú de cada día, ni un alimento con sabor que rápido desaparece. Así que me resistiré a cualquier tipo de tentación, haré oídos sordos a las promesas, insistencias o súplicas y por fin demostraré tener dos dedos de frente como catedrales cuando de amor se trate.

Él y solo él.

Uno de los muchos días comenzamos a decir tonterías, imitándonos, y no podíamos parar de reír. Me encanta verle tan feliz… En un momento yo me distraje y él aprovecho, me cogió y me besó. Al rozar su mano por mi cuello, sentí algo extraño. Era una mezcla de electricidad y entusiasmo. Estando con él, todo lo demás deja de tener sentido. Sé que no estaré eternamente con él, porque lo eterno no existe. Así que debo aprovechar cada segundo con él, porque el tiempo… pasa y no vuelve.

Te amo.

Me gusta que me hagas soñar, sentir y reír, me gusta que me des la paz que mi organismo pide a gritos y la chispa de alegría que no tengo siempre y que necesito. Me gustan tus abrazos y que me digas que todo irá bien, me gusta tu voz y me gusta notar ese algo extraño en mi estómago cada vez que te veo. Me gusta que me cuentes todo y que me escuches, me gusta ser un “nosotros” y no un “tú y yo”, me gusta que seas el coprotagonista de la historia de mi vida…

Libre, pero sola.

Y suspiró, después de tanto tiempo era libre, echaba de menos como sentia alguien que no tenia dueño, pero en el fondo lo echaba en falta, extrañaba sentirse atada a alguien, sentir que alguien te importa y que le importaba a alguien, y lo mas duro, lo echaba en falta a él, pero era demasiado tarde, nunca volveria, ni el ni nada de lo que vivieron juntos, no era mas que un vago recuerdo que acabaría por borrarse con el tiempo, al igual que sus besos, que sus te quieros.. Y esque en realidad no existe un para siempre, todo acaba por terminarse...

Sola o contigo.

Yo siempre me he sentido sola, aunque haya tenido a mi familia, a mis amigos.. pero en el fondo siempre me he sentido sola, siempre. Hasta que empezaste a quererme. Entonces pensé que lo mejor para ti era que me dejaras de querer, porque yo creía que no era buena para ti. Hice todo lo posible para que te alejaras de mi, todo, pero no me sirvió de nada. No puedo dejar de quererte. Porque cuando estoy contigo me siento distinta. Me siento comprendida. Por eso no puedo dejar de quererte, no puedo aunque lo intente. Ni aunque lo intente con todas mis ganas. No voy a ser capaz nunca.
Si ahora mismo cayese una bomba atómica aquí y se lo llevara todo por delante, pero a mí me pillara abrazada a ti, me daría igual, me daría lo mismo.

Lo que daría por volver a estar a tu lado.

¿Sabes? Me encantaría echar el tiempo atrás, y rectificar todos los errores que cometí contigo, no haberme equivocado tanto y sobre todo, no haber desaprovechado el tiempo que tuve a tu lado.. Cambiar cada discusión por el mejor momento del día, cada enfado por un beso, y cada mala cara por un abrazo.. De lo que más me arrepiento es de ser tan idiota y no haber aprovechado esos momentos contigo que ahora echo tanto de menos.. No sabes lo que daría por solo un día más a tu lado.. Por otra mirada, otra caricia, otro beso.

Me equivoqué.

Se que fui yo la que decidí acabar con todo, la que te dije que no podía seguir así, que lo nuestro jamas tendría futuro y que tú realmente nunca me habías querido. También se que fui yo la que te dije que si de verdad significaba algo para ti, qué me olvidases, que me dejases ser feliz, que contigo todo era sufrimiento.
Entonces fue cuando me di cuenta que de verdad si que me querías, que cuando lo único que intentaste en meses fue intentar no mirarme, intentar evitar besarme y dejar de hablarme. Y fue justo en ese momento en el que me di cuenta de lo tonta que había sido en decirte que no, que ya no habría más oportunidades, y de lo insensatas que fueron aquellas palabras que te pedían que me dejases ser feliz, porque nunca lo había sido tanto como cuando te tenía a mi lado. Creí que alejándome de ti podría olvidarte, pero desde aquel día no tengo en la mente otra cosa más que a ti. Pienso en todo aquello que vivimos y en todo lo que nos quedaba por vivir juntos.
Hecho de menos aquella rabia que sentía cuando veía a otras contigo, con mi novio. Hecho de menos todas las discusiones que teníamos y sus dulces reconciliaciones.
Se que es demasiado tarde y no te pido que me des otra oportunidad. Simplemente te pido perdón por haber sido tan imbécil en pensar que no me querías, en creer que realmente eras un insensible al que yo no le importaba nada. Creía que te conocía, y que todas aquellas cosas bonitas que me decías no eran verdad, pero al parecer me equivoqué, no te conocía en absoluto.